Cada año en la agencia cumplimos puntualmente con la tradición de celebrar la vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano. La actual situación del mercado laboral nos motivó a que este año buscáramos una jornada que nos ayudara a valorar el trabajo de una manera distinta. Algo que nos pusiera a prueba y nos ayudara a poner en perspectiva la labor que día a día desempeñamos frente a las pantallas de nuestros ordenadores.
Decidimos poner a prueba nuestra "capacidad mutante laboral", volviendo al trabajo…pero cambiando de trabajo. Por un día, nos distanciamos de los briefings y los Macs, y nos lanzamos de cabeza a desempeñar otras profesiones. Hay quien se fue a pisar uva. Quien pasó el día cuidando cabras. Quien se puso a fabricar zapatos y quien alcanzó la maestría en el noble arte de asar pollos. Tampoco faltaron los trabajos en talleres mecánicos, emisoras de radio, panaderías, viveros, peluquerías o centros de la Tercera Edad.
Una manera de tener presente que, en nuestra profesión, desarrollar la habilidad de adaptarse al entorno es ya una exigencia en la medida que el mundo cambia continuamente a un ritmo desenfrenado. Por eso buscamos un ejercicio que implicara un aprendizaje express para todos los que trabajamos impulsando marcas.
Nuestra experiencia pudo seguirse en directo a través de diferentes redes sociales y quedó inmortalizada en un documental destinado a compartir con clientes (actuales y potenciales), amigos y compañeros nuestra manera de entender el curro.