No se lo hemos contado antes a nadie pero, de vez en cuando, sentimos el irrefrenable deseo de efectuar cuantiosas donaciones anónimas a la gente que mejor nos cae. Una obsesión peculiar, sí, pero enormemente gratificante.
Estamos seguros de que compartís con nosotros ese gen altruista y que, antes o después, podríamos ser los elegidos. Así que os lo queremos poner fácil. Solo hay que pulsar el botoncito de abajo.
De nada.